miércoles, 24 de febrero de 2010

Soy pequeña

Baracoa

Que me digan el color del miedo.
El sonido del vacío y qué es lo que se siente cuando caes por un puente, que me tiro.
Quiero saber a qué huele lo inesperado, a qué sabe lo desconocido. No por curiosidad, sino por precaución.
Ne-ce-si-to saber qué ocurre detrás de aquella puerta cerrada, qué sucede cuando doy la espalda y qué me pierdo mientras duermo. Qué pasará mañana y qué cosas dejó el mar en la orilla hoy.
Qué hay encima de las nubes. Qué hay debajo de la tierra.
Que suban el telón, que enciendan las luces,
que me rajen, que me abran,
¿qué llevo dentro?
que me chillen, que me abracen, que me peguen,
¿estoy viva?

que me acaricien,
que no me dejen sola ni un segundo.



Que no sé. Que soy maleable. Que soy pequeña como una mota de polvo.




domingo, 21 de febrero de 2010

Y además

Santiago de cuba



...Has de morir por los hombres,
y además por hombres que quizás nunca viste,
y además sin que nadie te obligue a hacerlo,
y además sabiendo que la cosa más real y bella es
vivir.




Nazim Hikmet



viernes, 12 de febrero de 2010

Funambulista

La Puerta.


Durante el delicado y exquisito recorrido que hizo su pie derecho camino de adelantar al izquierdo, con la punta de los dedos totalmente estirada, giró la cabeza y miró hacia abajo, buscando su mirada, o sus miradas. Pero no las encontró. Aquel recorrido del que todos disfrutaban se le hizo eterno, y estaba aún más preocupada de encontrar una mirada que le respondiese que de su propia integridad.
Apoyó ese paso y oyó los aplausos, los suspiros. Tanto le molestó, que sin darse apenas un respiro, comenzó a adelantar el pie izquierdo de forma análoga a como lo había hecho el anterior. Miró de nuevo hacia abajo, y siguió sin encontrarles. Veía miles de ojos, todos desconocidos, avariciosos, impersonales y extraños a partes iguales.
Aplausos y miradas se fueron sucediendo, y cada vez le costaba más mantener sus brazos en cruz. Próxima al final, intercambió las miradas por pensamientos, y pudo escuchar en sus adentros a todos ellos diciéndole que no la miraban porque sabían que estaba haciendo pucheros.

El hombre bala sabe que siempre cae de pie. El lanzador de cuchillos tiene la certeza que si pellizca a su ayudante, ésta nunca se quejará. El forzudo no se siente mal si un día no tiene fuerzas y levanta menos peso.
Pero ella,...pero ella da igual las cuerdas que cruce que siempre pensará en los metros bajo sus pies, en si cae, y en si hay vida después de la caída.
Desde un primer momento supo que ser mujer barbuda era mucho más sencillo, pero también desde un primer momento se declaró enamorada de la palabra funambulista.

Caerá. Es ley de vida.



Madamme con mucho sueño




domingo, 7 de febrero de 2010

Difícil

Muñeca

Ahora es cuando noto la dificultad, cuando tardo más de media hora en concentrarme y menos de una micra de segundo en volverme a distraer. Ahora, que ya no puedo estudiar con música, porque bailo con cualquier cosa, sola. Ahora que empiezo a estudiar (mentira) con los ojos cerrados, durmiendo.
Ahora que los folios en sucio ya no son para escribir fórmulas sino ocurrencias me doy cuenta de que vuelvo a sufrir, aunque de otra manera. He adelantado la primavera y estoy trayendo más flores al mundo que cualquier pradera.

Se me hace muy dificil no encontrar ningún motivo para levantar el culo de mi asiento, y cuando vuelvo a sentarme, nunca es a una hora en punto, así que vuelvo a escaparme.

Cualquier frase me parece tentadora, cualquier sonido me seduce, cualquier hoja en la copa de un árbol parece que baila, y las nubes últimamente siempre tienen forma de algo.
El problema de todo esto está en mi escritorio, frente a la ventana.
No sé mirar por la ventana, sé tirarme de ella, gritar desde ella, sentarme en el pico...

condensarme en la ventana.




Mi****, once y cero uno, tendré que esperar hasta y media para ponerme de nuevo.



Mme culocarpeta