sábado, 21 de febrero de 2009

Pi.ra.ta

P214031

El agua ya no tiene efectos embellecedores ni tampoco milagrosos. Sólo llueve.
La piel escamada que surgía de mis caderas se quedó en eso, en un pasado simple, y la belleza carcelaria de mi cola de sirena ha dado a luz a esta horrible y desorientada libertad, en dos largas piernas, que sólo me llevan a correr sin rumbo.
Ningún príncipe de los mares me pretende ya.
De mi biquini color dorado ha surgido una camisa raída;de mis cabellos suaves y castaños me ha salido un moño despeinado y enredado; y de las perlas que usaba por pendientes han nacido unos aros más bien oxidados.

Como ya no sé nadar necesito una carabela, dependo de ella y de la benevolencia de las tormentas marinas que nunca observé desde las profundidades.
El caleidoscopio lo dejé por un catalejo, y con mi pata de palo paseo por cubierta, furtiva.

Voy navegando, jou,jou,jou...

Atrás quedan los mensajes embotellados, y aquí vienen las botellas de ron.
De mi canto de sirena no queda nada, tengo la voz maltratada y desgastada,... en las oscuridades de los mares ni siquiera Ulises me busca.



Mme.P

miércoles, 11 de febrero de 2009

Once

contenta


Últimamente mi reloj se ha aficionado a las mentiras piadosas,
se empeña en retrasarse pequeños minutos,
en definitiva se propone a tener bonitos detalles conmigo.

Sinceramente no sé si lo hace porque ha llegado a la conclusión de que no lo aprovecho bien (el tiempo),
y pretende con ello darme segundas oportunidades,
o si simplemente lo hace porque su alma se está gastando y no tiene fuerzas para seguir al ritmo de su juventud.

Sea cual sea su razón, he optado por pensar en la primera opción,
por dejarme engañar...
he pensado en correr mucho y más fuerte.



MME P.

jueves, 5 de febrero de 2009

Amor

El mejor beso

Nunca seremos capaces de establecer con seguridad en qué medida nuestras relaciones con los demás son producto de nuestros sentimientos, de nuestro amor, de nuestro desamor, bondad o maldad, y hasta qué punto son el resultado de la relación de fuerzas existente entre ella y nosotros.

La verdadera bondad del hombre sólo puede manifestarse con absoluta limpieza y libertad en relación con quien no representa fuerza alguna. La verdadera prueba de la moralidad de la humanidad, la más honda (situada a tal profundidad que escapa a nuestra percepción), radica en su relación con aquello que estan a su merced:los animales.

Me da la impresión de que la pareja humana está hecha de tal manera que su amor es a priori de peor clase de la que puede ser el amor entre una persona y su perro,
esa extravagancia en la historia del hombre, probablemente no planeada por el Creador.

Es un amor desinteresado.
Ni siquiera le pido amor.




Milan Kundera


martes, 3 de febrero de 2009

En la costa

Verano 08


Las huellas desaparecían segundos después de aparecer




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lunes, 2 de febrero de 2009

Fe.bril

Gaia



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