martes, 22 de diciembre de 2009

De segunda cifra un ocho

Farolas

Los niños de San Ildefonso me han colocado un ocho
Pero yo lo estoy empujando para tumbarlo
Un uno y un ocho tumbado, esa es la edad con la que me quiero quedar

imperecedera, irreductible




Por este hacerse mayor sin delicadeza...





1 comentario:

blo,blo,blo dijo...

efímero deseo imposible aunque lógico.

Felices 18 otra vez :)