domingo, 1 de agosto de 2010

Lecturas mientras hojeas películas (I)

Queen*]

No se puede perseguir, al mismo tiempo, el significado profundo de un libro y el pecado rotundo de una mujer. No habría manera de meterse ambos bocados. Pero si se elige solo la lectura, se pierde la semilla de la escritura. Y si se elige la ternura, se acaba con la serenidad.

Si se elige la lectura y luego la dama, se leerá mientras de añora. Si se elige a la dama y luego la lectura, arderá la pareja sin esperanza de reunir sus cenizas después, sin poder concentrarse en otra actividad luego.

No obstante, todo lector se merece un beso que no sea ficticio, ¿cierto?
Por eso, aunque la lógica apunte a que es imposible, ternura y lectura juramos, locura y lectura al mismo tiempo, con la misma y desaforada intensidad, con igual e irrefrenable determinación.
Amén


Carlos Wynter_(El libro del voyeur)


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