viernes, 3 de diciembre de 2010

Caducifolio

Cochebarco


El perdón, como todas las cosas,también tiene su momento. Y para que funcione ha de darse a la vez en las dos partes, ya que de otro modo, en la mayoría de los casos para lo único que sirve es para que uno se reafirme y para que el otro se duela al no esperar de la otra parte un gesto si no semejante, cuanto menos empático. Y al final todo resulta en que las partes están aún más alejadas, ya que al menos al principio compartían enfado.


Todo me resulta demasiado caducifolio últimamente.




2 comentarios:

cocodrilo dijo...

¡No te asustes! si es más caducifolio ahora no es más que por la llegada del invierno, ¡es una explicación científica!
Y además, preciosa, hay arbolitos que florecen cuando no tienen hojas ;) así que, tienes que sonreír incluso cuando crees que todo se va a la mierda.
Y,sí, a veces el perdón llega tarde, y cuando te das cuenta de esto, hace mucho que deberías haberle puesto remedio. Creo que entiendo mcuho lo que dices, o sientes.
El mundo debería leerte a ti.

blo,blo,blo dijo...

Y desde las hojas secas, marrones y amarillas, del árbol caduco, te deseo unas felices 19 primaveras (o inviernos doña solsticio)

Ah! ¿y por qué esperar un movimiento del otro? Quien perdona primero, perdona dos veces...

Un beso,
Mme P.